¿Cómo son?
Las gallinas y los pollos son animales sensibles e inteligentes además de muy sociables, individuos a quienes les gusta pasar el día limpiándose y acicalando sus plumas, picoteando, tomando el sol o dándose baños de arena.
En libertad las gallinas y los pollos establecen complejas jerarquias sociales, sabiendo cada gallina su puesto en la piramide social y viviendo en armonía de acuerdo con ella. Estas aves capaces de vivir entre 10 a 15 años en libertad mueren hoy en día por millones, siendo después de los peces los animales no humanos más explotados.
Complejas estructuras sociales
¿Inteligencia?
Mientras que las gallinas y los pollos son animales fuertemente territoriales cuando viven en libertad, estableciéndose relaciones de jerarquía entre sí, dichos instintos son anulados al estar encarcelados en granjas. Ello lleva a estos animales a sufrir un gran estrés psicológico, una conducta que en muchos casos deriva en ataques e incluso canibalismo. Con el objetvo de evitar esto, se amputa parte del pico de las gallinas, algo permitido por la legislación vigente.
Las explotaciones de cría convencional son aquellas que no cumplen con las condiciones del Reglamento (CEE) 2092/91. del Consejo de la Unión Europea; pueden dividirse en los siguientes grupos:
• Explotaciones de selección: dedicadas a la producción de huevos destinados a incubación, con el objetivo de que nazcan más aves que serán destinadas a la cría.
• Explotaciones de “multiplicación”: donde viven las gallinas destinadas a la cría, las cuales tienen hijos destinados que serán consumidos por humanos, perros, gatos y otros animales.
• Explotaciones de recría o criaderos de “aves de cría”: donde viven encerradas las aves que son empleadas para criar, antes de que se reproduzcan.
• Explotaciones de recría o criaderos de “aves de explotación”: donde viven encerrados los pollos destinadas al consumo.
• Explotaciones de “producción”: donde viven encerrados los pollos antes de ser asesinados, con destino a la industria de la alimentación.
Incubadoras: explotaciones donde eclosionan los huevos y nacen los pollos.
Los animales pueden ser mutilados. En explotaciones donde hay aves destinadas a la cría, viven entre 4,7 y 6,3 aves por metro cuadrado, en función del sistema de refrigeración existente.
De cada huevo fecundado puede nacer un pollo que ni pone huevos ni será económicamente rentable para engordar para carne. Estos son asesinados al poco tiempo de haber nacido.
No todos las gallinas y pollos soportan las pésimas condiciones de salubridad y de hacinamiento de las granjas. Enfermedades, infecciones, mutaciones y canibalismo son algunas de las consecuencias:
Los pollos y gallinas que no han muerto encarcelados a causa de sus condiciones de vida, son transportados a mataderos o granjas de engorde. Dicho transporte supone la movilización de más número de animales terrestres que en cualquier otro ámbito de explotación animal.
Son transportados en camiones, encerrados en cajas de plástico apiladas, cumpliéndose la normativa en ciertos casos con tan sólo destinar 21 centrímetros cuadrados de espacio para cada pollo. Ello les lleva a sufrir un gran estrés psicológico, debido a elementos como la temperatura, las vibraciones, los impactos contra la carretera... La industria avícola recomienda realizar restricciones de alimento, ayuno que comienza de 6 a 12 horas con anterioridad al inicio del transporte. El transporte puede durar hasta 24 horas, sin acceso a alimentos ni agua.
Las aves permanecen encerradas en el camión hasta que son asesinadas, un tiempo que puede extenderse hasta 24 horas. Tampoco entonces tienen los animales acceso a alimentos ni agua. Esto lleva a muchos pollos a la deshidratación, lo cual puede suponer problemas a la hora de desplumarlos; en estos casos, se escaldará a los animales a una temperatura superior a la habitual.
Para ver un video sobre las deficientes condiciones del transporte de estas aves da click en el siguiente link:
http://www.granjasdeesclavos.com/videos/pollos/transporte
Aturdimiento
Por medio del aturdimiento se busca provocar una taquicardia a las aves, y que así se bombee la sangre de forma más rápido desde el corte hasta su muerte. Hay múltiples formas de aturdir a las aves (cámaras de gas, aturdidor en forma de V, sistemas de parrilla, drogas...), pero el más empleado por su efectividad es el aturdidor por descarga eléctrica, que puede realizarse de dos formas: electrodos repartidos por todo el cuerpo (en desuso) y baño de agua (se cuelgan las aves y, antes de que transcurran diez segundos, se sumerge su cabeza en un baño de agua que supone que el ave reciba una descarga eléctrica).
Es habitual que el aparato que suministra la corriente eléctrica no alcance el voltaje necesario como para aturdir a las aves. Ello produce que el animal quede paralizado y privado de su capacidad de emitir sonidos, pero conserva la consciencia (“shock perdido” o “estado de pesadilla de Leduc”). Otras veces, las aves consiguen evadir la aturdidora al levantar la cabeza. Por otra parte, hay países en vías de desarrollo donde se emplean métodos “caseros” para el aturdimiento eléctrico, como simples cables en contacto con el ave, o tenazas sin transformadores para marcar determinado parámetros de corriente. Estos métodos son enormemente dolorosos para las aves.
Otro sistema de aturdido es el realizado mediante atmósfera controlada, en el cual las aves son aturdidas a través de la modificación de la atmósfera ambiental con anterioridad a ser colgadas antes del asesinato. De esta manera, las aves pueden colgarse con más facilidad.
El asesinato de las aves se realiza diez segundos después de pasar por la aturdidora, aunque esto puede alargarse hasta treinta segundos en caso de que el asesinato se realice de forma manual. Se emplean diversas formas de asesinato:
• Punzamiento: Se rompe con un punzón la arteria carótida común y la vena yugular.
• Degüello interno: Se corta la vena yugular y la arteria carótica en la cavidad bucal con una tijera.
• Degüello externo: Se realiza un corte al lado del cuello, bajo las orejas.
• Asfixia en atmósfera controlada: En un habitáculo hermético donde se introducen a las aves, el oxígeno es sustituido por una mezcla de nitrógeno y argón.
Tras este momento, las aves van pasando a determinada velocidad por un tunel, para el desangrado completo. El desangrado durante entre un minuto y medio y tres minutos. La sangre cae a un recepiente, y termina en un depósito que es recogido con posterioridad.
Las aves son escaldas, con el objetivo de aflojar la inserción de las plumas en los folículos, y así facilitar el posterior desplumado. Normalmente se produce a través de la inmersión en agua caliente, distinguiéndose entre dos tipos:
Escaldado alto: El animal es sumergido entre 60 y 90 segundos en agua a temperatura de 60-64ºC.
Escaldado bajo: El animal es sumergido entre 120 y 180 segundos en agua a temperatura de 49-52ºC.
Todas las aves que no hubieran muerto con anterioridad, por desgracia algunos aún estarán conscientes y morirán en el proceso de escaldado.
Asfixia en atmósfera controlada
En este método, las aves son llevadas en las jaulas de transporte desde los camiones hasta una cinta que las llevará a un habitáculo hermético en el que el oxígeno será sustituido por una mezcla de nitrógeno y argón. Posteriomente y una vez muertas serán colgadas de ganchos que llevarán sus cuerpos sin vida hacia la máquina que les cortará el cuello.
Asesinato ritual
El judaísmo y el islam prescriben una forma ritualizada de asesinato de ciertos animales, entre los cuales se incluyen los pollos. En ambos casos, dicha forma de asesinato supone a los animales un sufrimiento añadido con respecto a la forma convencional.
El judaísmo considera que sólo son aptos para el consumo los alimentos kosher, que deben cumplir una serie de requisitos. entre ellos una forma de asesinato ritual denominada shejitá. Este asesinato se realiza sin aturdimiento previo, y consiste en que el matarife (denominado shojet) realiza un corte profundo y uniforme en la garganta con un cuchillo afilado y sin ningún defecto. El animal va desangrándose hasta que muere. En ocasiones es el mismo rabino quien cumple las funciones del matarife.
Los alimentos considerados aptos para el consumo humano por el islam son denominados halal. Dentro de dichos preceptos se encuentra una forma de asesinato ritual de los animales, denominada dhabiha. Esta forma de asesinato es similar a la shejitá, practicada en el judaísmo, y también consiste en realizar un corte en la garganta con un cuchillo afilado hasta que el animal muere desangrado, sin aturdimiento previo. El asesinato puede ser realizado, según los preceptos islámicos, por cualquier musulmán adulto y mentalmente sano.
http://www.granjasdeesclavos.com/pollos/explotacion
http://www.granjasdeesclavos.com/pollos/transporte
http://www.granjasdeesclavos.com/pollos/aturdimiento
http://www.granjasdeesclavos.com/pollos/muerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario